¿Qué es la ansiedad por separación?


TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN



Ansiedad
La ansiedad es parte de las emociones humanas, es experimentada en situaciones cotidianas y forma parte de un mecanismo de supervivencia; es una respuesta ante situaciones del medio que resultan sorpresivas, nuevas o amenazantes, la ansiedad ayuda a tener un mejor desempeño.
Cuando este mecanismo se altera, surge una disfunción en la vida cotidiana, puede desencadenarse un trastorno de ansiedad.
En los trastornos de ansiedad las personas pueden experimentar miedo, intranquilidad, desesperación, temor, preocupaciones excesivas y ansiedad, las cuales se combinan entre sí y pueden llegar a dificultar la capacidad de estudiar, trabajar, convivir con familiares o amigos, en quien la padece.
Los trastornos ansiosos son considerados como internalizados, debido a que afectan a quienes lo padecen y no a quienes lo rodean.

Características
De acuerdo a la APA (2013) el Trastornos de Ansiedad por Separación (TAS) tiene como síntoma cardinal; malestar significativo e inapropiado para el nivel de desarrollo de quien lo presenta, o miedo excesivo e irreal en relación con la separación de las figuras de apego o del hogar.
Sus tres características son:
  • Temor y preocupación excesiva y persistente cuando ocurre o se anticipa la separación
  • Síntomas conductuales y somáticos antes, durante o después de la separación
  • Evitación persistente o intento de eludir la situación de separación
Los niños con TAS mantienen una preocupación acerca de que algo pueda ocurrirles a sus padres o de perderse, ser secuestrado o asesinado si no está cerca de sus padres. Algunos de los síntomas que aparecen son los siguientes:
  •       Llanto
  •    Aferrarse a las figuras de apego
  •       Quejas al separarse y buscar o llamar a sus padres después de la partida
De igual forma aparecen síntomas físicos semejantes a un ataque de pánico o trastorno de somatización:
  •     Dolor de cabeza
  •     Dolor abdominal
  •       Desmayos, vértigos, mareos
  •       Pesadillas, dificultades para dormir
  •       Náuseas
  •       Vómitos
  •       Calambres, dolores musculares
  •       Palpitaciones, dolor torácico
Una consecuencia frecuente de los síntomas mencionados es el absentismo escolar y vivistas recurrentes al pediatra para descartar un problema médico. Estos síntomas aparecen cuando el niño asiste a la escuela y desaparecen cuando los padres deciden que el niño se quede en casa.

Generalmente la edad de aparición del TAS es entre 7 y 9 años. Sin embargo, su manifestación varía de acuerdo a la edad. Los niños pequeños exteriorizan el temor más corporalmente y los mayores pueden verbaliza la ansiedad.
Algunas de las características de los niños con TAS son:


  •        Rehusarse a estar solos
  •       Temor a dormir sin compañía y deseo de dormir con sus padres
  •       Negación a dormir fuera de su casa
  •       Pesadillas de ser abandonados
  •       Negativa a asistir a la escuela
  •       Inseguridad. Necesidad atención
Etiología
La etiología del TAS es multifactorial, sin embargo, algunos factores que se relacionan con su aparición son los siguientes:


  •     En los factores biológicos, desequilibrio entre los neurotransmisores, en especial la noreprinefrina y la serotonina. Estudios en gemelos monocigotos sugieren un importante componente genético para desarrollar trastornos de ansiedad y en hijos de padres con trastornos de ansiedad es más frecuente un diagnóstico de espectro ansioso
  •       La personalidad: niños que manifiestan temor y rechazo a nuevas situaciones
  •       Factores psicosociales: exposición a experiencias traumáticas, genera miedo y temor
  •       Antecedentes de pérdida o separación de personas significativas
  •      Cambios de escuela
  •       Llegada de un nuevo hermano
  •       Padecimiento de una enfermedad
  •       Ausencia física o psicológica de alguno de los padres, propicia que no se satisfagan las necesidades básicas de afecto, orientación, límites y supervisión de la crianza
  •       Ambientes socioculturales en los que se maneja la medida correctiva de amenazar con el abandono de alguno de los padres 
  •      Padres sobreprotectores que transmiten a sus hijos sus propios miedos y no permiten que sus hijo se separen
  •      Estilo parental ansioso que controla, critica y limita la autonomía. Padre que enseñan ansiedades
  •   Apego inseguro que lleva al estrés, genera cambios cognitivos, conductuales y emocionales. Tiene como resultado la expectación negativa de relaciones de apego futuras
  •       Culturas cuyos lazos familiares son más estrechos
  •   Presencia de estresores como cambios de escuela, muerte o enfermedad de un miembro de la familia o desastres naturales
  •     Padres con trastornos psiquiátricos, pacientes depresivos o ansiosos que no pueden proporcionar una base segura a sus hijos. Padres con trastornos de personalidad que formulen al hijo amenazas de abandono frecuentes
  •    Niños con retraso mental o problemas de aprendizaje, se perciben como menos capaces que sus iguales y solicitan más cuidados familiares, lo que dificulta su autonomía

Tratamiento
Posterior a la evaluación psicológica o psiquiátrica el especialista debe toma en cuenta los siguientes factores relacionados con el trastorno:


  •       Gravedad, duración, disfunción debida a los síntomas.
  •       Características del paciente: edad cronológica y de desarrollo,
  •       Características de la familia: estructura, disponibilidad, recursos económicos
Psicoeducación


  •          Educar a la familia y al niño, incrementar el inisght y la motivación
  •     Entender la naturaleza de la ansiedad y cómo ésta es experimentada por el niño, ayudará a los padres y profesores a comprender sus dificultades
  •       La psicoeducación abarca: ansiedad como emoción normal en todas las etapas del desarrollo, factores que pueden causar, desencadenar y mantener los síntomas de ansiedad
  •       Alternativas de tratamiento incluyendo ventajas e inconvenientes y pronóstico
  •       Modificación de la conducta: informar a los miembros de la familia y a los cuidadores significativos, cómo manejar los síntomas leves y las actitudes desadaptativas como conductas evitativas y distorsiones cognitivas.
      Recomendaciones a los padres de familia:
a)      escuchar empáticamente los sentimientos del niño,
b) mantener la calma cuando el niño se muestre ansioso (para modelar el comportamiento del niño)
c)      recordar al niño que ha superado situaciones ansiosas similares anteriormente
d)     enseñar técnicas simples de relajación como la respiración profunda
e)   planear transiciones, como ir al colegio por la mañana o prepararse para ir a dormir por la noche
f)  ayudar al niño a preparar una lista de posibles estrategias en caso de que aparezca ansiedad en situaciones “difíciles”


Bibliografía
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